9/1/09

Historias de cloaca

Una mañana cualquiera de cualquier día pegajoso de verano, desperté con esa dormitante ansiedad que después de tanto tiempo no deja de sorprenderme e incluso asustarme.

La verdad es que estoy cansado de sentirme, mas bien estar, dominado por esta libidinosa dictadura comandada por tan infame y minúsculo, a veces descomunal, fascista malencarado que siempre escupe a lo que más admira.

Muchas veces pienso que el fascista debe tener un coeficiente intelectual o al menos un poder de convicción mayor que el mio.

Pero…¿Cómo puede encerrar tanta astucia tan diminuta cabecita?


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